Friday, February 23, 2007

¿El fin de compartir archivos?

Editorial de vnunet.es [20-02-2007]
La aparición de Windows Vista y los distintos acuerdos en todos los niveles quieren ahogar el intercambio de música. La nueva ofensiva del establishment se deja ver en el horizonte. Las presiones de los lobbys de la industria de venta de discos vuelven a brotar, como sucede todos los años. Sin embargo, parece que este año McArthur vuelve para quedarse. La aparición de Vista supuso la salva de apertura. Parece ser (dicen los doctos) que Vista pondrá grandes obstáculos a la utilización de archivos que no estén de acuerdo son su sistema de gestión de derechos digitales. Posteriormente hemos conocido acuerdos de los operadores móviles que desean probar suerte con la gestión de derechos digitales. También AETIC protesta por las presiones de distintas asociaciones relacionadas más o menos con la producción artística, que desean obtener más dinero cobrando el diezmo a los fabricantes de reproductores MP3. Las consecuencias de dichas medidas de momento son imprevisibles. Probablemente haya formas de salvar las protecciones, culpabilizando cada vez más a los atónitos usuarios. La guerra de la industria discográfica contra los usuarios vuelve con una batalla más.

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1 Comments:

Blogger VichonBoy said...

A dónde vamos a llegar… La industria discográfica está dando sus últimos coletazos, por lo menos con la política que ha mantenido hasta ahora. O cambian el chip o se extinguen. Se debe crear una nueva industria del intercambio. Creo que intercambiar fomenta la cultura, a veces pensamos que si no es porque tal película o tal canción o tal libro estuviera en la red no accederíamos a ese conocimiento. Es posible que el número de archivos que se intercambian por la red sea desmesurado si lo comparamos con el uso que se hace de ellos, pero una vez se apague la euforia inicial por querer tenerlo todo, simplemente hay que ir buscar los contenidos en donde mejor están, en la red.

La gran decadencia de esta industria ha dejado al descubierto la práctica abusiva de vender un producto hasta el infinito sin que la materia prima que contiene dicho producto se gaste. Y si además esto no beneficia a su autor, pues más razón tenemos los usuarios para descargar todo lo que nos encontremos en el divagar por la red. Seguro que sus autores sacarán beneficio de ello si no es de manera directa, quizás conectándose con más autores para así poder poner inmortalizar todas sus creaciones en esta nueva industria del intercambio. Ya lo dice Carlos Raya de Blas en su ensayo llamado “La Revolución de Los Sabios”, la clave está en el Re-Conocimiento perpetuo de los autores por parte de la sociedad que consume sus obras.

Linterna Guanche

11:53 PM  

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