Freaks, la maravillosa obra maestra de
Tod Browning cuenta con un elenco de personajes entrañables, monstruos de gran belleza. Cargada de momentos surreales de la vida de los freaks, y atmosferas oniricas del tipo
traumnovelle, que tan finamente hilvanan buena parte de las películas de finales de los veinte y principios de los treinta. Aparte de su lectura literal, en clave de drama "costumbrista", la historia nos sugiere una crítica al cinismo de la sociedad arribista norteamericana, de comienzos de la gran depresión y a sus élites engañosas con las masas. Y sobre todo un sueño, puramente subjetivo, entre
arquetipos del subconsicente, -emparejados en masculinos y femeninos, inclusive andróginos-. En un intento de usurpación por parte de los yo(s) egoístas y hegemónicos, grandes, elevados, sobre la multiplicidad de entidades monstruosas, pequeñas, deformes, bellas, que se arrastran, que constituyen el subconsciente. La escena final en que los monstruos se revelan , y cobran venganza desde la oscuridad de un bosque bajo la lluvia, es ejemplar: Y tras este final, los protagonistas encuentran el amor... Lo dicho, tan sólo sugerencias...
Labels: Cine Burro
0 Comments:
Post a Comment
<< Home