SIMPLE PROTUBERANCIA (EL PEZÓN EN EL SOSTÉN)

Coletazos mayores, sin

equilibrios de ninguna clase;

derivas permeables, verbeneras,

sin mucha cuita o idiosincrasia.

Verbeneras mayores, abiertas

en su sino

a los más anchos horizontes

-indescriptibles, en dos palabras-.

Ninfas patibularias,

crisantemos criollos;

congojas telefónicas

en amasijos inapelables.

Cánticos adinerados,

perpléjos y aburridos,

insostenibles en su amabilidad.

insoslayables en su avaricia.

Vanos intentos de petulancia

-imposible-.

Venias patibularias,

de prestidigitador amanerado;

crísis de tapióca saltimbanqui,

aderezos de puta y tonto.

Sin más cardenales que

los del rosario de la auróra,

de la hora de e¬ ensueño.

-La catedral oscura, y el cardenal, tambien oscuro-.

Vicisitudes ¡Qué bella palabra!

La porra más linda que yo ví pasar.

En el fondo oscuro,

destacada, su piel

morena, color aceitunada;

amarilla por la falta de sol.

Protuberancia simple y dura

-El pezón en el sostén-.